Xabier Azkargorta fue presentado ayer como nuevo entrenador de Oriente Petrolero y de entrada su desafío más grande tiene un techo elevado: repetir los éxitos de la Selección y el Club Bolívar.
Con el equipo nacional logró la clasificación para el campeonato del mundo de los Estados Unidos y con Bolívar dejó un bicampeonato y haber jugado la semifinal de la Copa Libertadores de América.
Conocedor del balompié nacional, el Vasco dijo que llega con la ilusión y la esperanza de hacer una buena tarea, pero advirtiendo al mismo tiempo que no es un salvador ni un mago para cambiar las cosas de la noche a la mañana.
En conversaciones con Erbol Deportes, cuando prestaba servicios en la Academia, dejó en claro que el problema de los equipos cruceños es la falta de trabajo psicológico, al margen del futbolístico, para lograr lo que pocas se han podido, ganar en la zona del altiplano que es donde habitualmente suelen perder puntos importantes en su aspiración de lograr títulos.
El Bigotón llega al equipo "Refinero" en un momento en el cual ocupa la octava posición en la tabla de colocaciones, algo poco habitual para los cruceños.
"Conozco a la mayoría de los jugadores de Oriente y sé que hay un buen elemento humano como para hacer un buen campeonato", sostuvo Azkargorta al momento de ser presentado como el nuevo entrenador de Oriente.
La sola presencia del español en el banco de suplentes de Oriente ha despertado de inmediato el entusiasmo de los seguidores del equipo verdolaga, aunque también se han escuchado voces en sentido contrario, pero son los menos. A pesar de todo, Azkargorta se llevó esta mañana un primer disgusto ya que en medio del entrenamiento aparecieron hinchas de Oriente, quienes fueron a pedir explicaciones de la campaña cumplida hasta en la Liga.
Una reunión exigida por los hinchas, convocó a los jugadores y durante más de media hora estuvieron hablando entre hinchs y jugadores, lo que provocó el enojo de los futbolistas y el cuerpo técnico. De forma posterior, la Policia intervino y las cosas no pasaron a mayores.
Azkargorta ha vuelto al fútbol de la Liga y de entrada tiene un gran desafío: calmar las aguas en el rio revuelto que hoy es Oriente Petrolero.